domingo, 22 de noviembre de 2009

SER PADRES.

“El ser padre, Ser Padre, ¡¡¡¡Ah!!! Qué bello Ser padre, un tributo a los sueños. El regalo más hermoso…Ser padre es tener una responsabilidad eterna, es preguntarse todo el tiempo si uno lo está haciendo bien. Es dudar, es inventarse a diario aquel manual de instrucciones que nuestro bebé nunca trajo bajo el brazo en el momento en que nació. Es trabajar durísimo, sin descanso y sin esperar la recompensa, es morderse la lengua para no hacer daño, es guardar en algún lado las ganas de hacer las cosas por el otro y permitir que se equivoque, dejándolo libremente ser un Ser. Es permitirles crecer, es envejecer, es regar, es podar, es iluminar, es añorar, es amar, es sangrar, es transpirar, es criticarse, se aceptar, es perdonar, es mirar, es ver, es soñar, es gracia, es dar, es vibrar, es compartir, es bailar, es cantar, es dibujar, es llorar, es alegría, es tristeza, es una alegría, es una sonrisa, es no dormir, es pensar, es tener la mano siempre firme mientras las rodillas te tiemblan, es predicar con el ejemplo, es saber aceptar que todo lo que les enseñamos lo podrán poner en práctica o bien lo descartarán por sus propias decisiones. Ser padre es no sofocar, es cometer errores, es corregirlos, es equilibrar, es abrazar, es contener, es sostener, es música, es dolor, es intensidad, es querer, es piel,, es terror, es mundo, es fuego, es desear, es responsabilidad, es profundidad, es crear, es compartir, es karma, es sentir, es soñar, es volar, es valor, es valorar esa dicha, es guerra, es paz, es un trampolín para el encuentro, es como un cuento, es todo aquello que ni siquiera podemos imaginar, es estar desnudo sin roles que te aten o te frenen. Es tan difícil como Ser un Hombre, eso es ser un Padre, simplemente Ser Humano, tan sólo un Ser”.

Este texto fue escrito por Gabriel Federico, un maravilloso músicoterapeuta argentino que se dedica a investigar y a trabajar en el área del embarazo tanto en el país como en el exterior (texto publicado en la revista española Ob Stare).
No he encontrado mejores palabras para definir la sagrada misión que representa la tarea de ser padres. Es sin lugar a dudas, la más maravillosa de las tareas que puede asumir un ser humano y que nunca se termina de aprender.

No hay escuela de padres, ni hay padres perfectos, uno se hace padre cometiendo errores y aprendiendo de ellos. Pero hay un ingrediente que no puede faltar, que es nuestro Amor y nuestra pasión por lo que hacemos. Nuestros hijos nos enfrentan a nuestras propias sombras, a los miedos más profundos, a nuestras debilidades y carencias. Nos espejan nuestros aspectos más humanos pero al mismo tiempo, son ellos los que nos permiten descubrir nuestras potencialidades, nuestros tesoros y nuestra sensibilidad.

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