“Aprender desde pequeños a estar en armonía con nosotros mismos y nuestro entorno, es una de las metas fundamentales que debe perseguir la educación de hoy”.
El hombre de hoy, vive por lo general estresado y fragmentado; ha perdido el rumbo que lo conduce hacia sí mismo. Se ha divorciado de su esencia. Es por ello que si desde nuestra infancia, aprendemos a conectarnos con nosotros mismos a través de espacios de silencio e introspección; vamos a crecer como seres íntegros y saludables.
Todo lo que se aprende en la temprana infancia queda instalado fácilmente en nosotros, dado que nuestros cuerpos (físico-mental-emocional y espirituales) están en vías de desarrollo y expansión.
El silencio interno es algo natural en el ser humano, sólo necesitamos de un espacio propicio que lo promueva y lo desarrolle.
Aprender a armonizarnos es aprender a reconocer nuestro propio equilibrio y contar con herramientas que nos permitan recobrarlo, cuando nos alejamos de él. Dicha armonía interior implica:
- reconocer nuestras sensaciones corporales, observando si existen tensiones.
- aprender a registrar y conectar con nuestro mundo mental y emocional, pudiendo canalizarlo sin negarlo o reprimirlo.
- poder conectarnos con nuestra alma y vivir en comunión con nuestro Espíritu.
La armonización es realizada a través de sonidos producidos a través de instrumentos convencionales y sagrados. La terapia de sonido, produce una sanación a nivel profundo en todos los estratos de nuestro ser al llevarnos a estados elevados de la consciencia.
Entre otros beneficios que produce, podemos citar los siguientes:
- alivio del estrés y de la ansiedad
- mejora la atención
- mejora la creatividad
- mejora la visión (física, mental y espiritual)
- equilibrio de los hemisferios cerebrales
- restablecimiento del equilibrio del sistema endócrino
- promueve estados de meditación profunda
- aumento de la energía por medio de la estimulación del líquido cefalorraquídeo
- equilibrio y limpieza de los centros energéticos, del aura, los órganos y glándula correspondientes.
Los niños son nuestros maestros… Ellos nos enseñan a crear instrumentos para que esa conexión natural con su propia esencia encuentre las vías necesarias para su expansión.
Sabemos que cada niño encierra un misterio a ser descubierto…
De hecho, como cada uno somos únicos e irrepetibles; tendremos que ser lo suficientemente elásticos como para adaptarnos a sus necesidades y aptitudes individuales. (Ver inteligencias múltiples).
Con amor. Fabiana
Coordinan estos talleres:
Lic. Adriana Paoletta, http://yogaymedicinaoriental.blogspot.com
Lic. Fabiana Pedreira, www.elportaldelarcoiris.com.ar