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viernes, 3 de septiembre de 2010

Los Niños de Hoy - Respetando la individualidad del Niño

“Respetar las inclinaciones naturales del niño es respetar su propia individualidad”.

Mucho se habla de los niños de estas ultimas décadas y se los conoce a través de diferentes nombres (índigo, cristal, arco iris, diamante, etc.).


Considero que categorizar a los niños es simplemente rotularlos y encasillarlos, siendo perjudicial tanto como para ellos como para sus padres.


Cuando hablamos de índigo, cristal o cualquier otra categorización, nos estamos refiriendo a niveles de evolución o frecuencias vibratorias en las que toda las humanidad esta involucrada en la actualidad en su proceso de ascensión.


Por ello cuando me refiero a los niños, el término que me viene acerca de ellos es “los niños de hoy” o “los nuevos niños”.


Siempre en todas las generaciones hubo niños que marcaron diferencias, rebeldes o cuestionadores, en su forma de ver o de pensar. En definitiva todos somos diferentes.


Pero es indudable, que “los niños de hoy” nos sorprenden con los conocimientos que ya traen en sus equipajes. En lenguaje común diríamos: ¡Que despiertos son estos niños!.


Cada niño nace con un potencial a desarrollar y como papás, docentes y terapeutas tenemos el compromiso de propiciarles caminos por los cuales puedan desplegarlo y desplegarse.


Solo tenemos que fluir en la dirección que se inclinan naturalmente, sin imposiciones, restricciones, con total respeto y sin buscar que sea el mejor. Ver a un niño que desenvuelve sus dones y sus tesoros es verlo en felicidad consigo mismo y con su esencia.


Estos niños en muchos de sus casos nacen con inclinaciones o pasiones que se observan desde muy pequeños. Nuestra tarea como adultos es acompañarlos, sugerirles sin cuartarlo; evitando en todos los casos confundir disciplina con sobre exigencia. En definitiva tenemos que ayudarlos a crear alas para que aprendan a su tiempo a volar.


No hay nada más maravilloso que ver la pasión que brota de estos niños; en definitiva es la forma que cada uno tiene de entregar su amor al mundo.


Por eso la escuela de hoy debe propiciar una diversidad que abarque todas las preferencias. Movernos en dirección a la expansión del niño es movernos en dirección a lo holístico y multidisciplinario.


Cada niño es único e irrepetible y cada uno nace con dones y talentos diferentes, algunos se conectarán con su Ser a través del arte, la música, la danza, la filosofía, el arte culinario, la ciencia, la tecnología, etc.


Abarcar todas inteligencias múltiples es abrazar una escuela holística e integradora donde todos trabajamos tras una meta común, el desarrollo del Ser.


Con Amor, Fabiana

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