Y sin embargo la solución existe. Una de las grandes ideas intuitivas de nuestro tiempo es la de la interdependencia e interrelación de toda vida. Millones de personas comparten hoy la convicción de la unidad espiritual interna de la familia humana, la cual trasciende cualquier diferencia externa de raza, nación o credo.
Al manifestar esta convicción en sus vidas, los hombres y mujeres de buena voluntad de todo el mundo se hacen partícipes de un proceso de transformación planetaria. Este es un tiempo de preparación no solamente para una nueva civilización y cultura con valores mundiales, sino también para el emerger de una nueva oportunidad espiritual que abraza a todos los pueblos y que se basa en el reconocimiento de nuestra humanidad común y en las justas relaciones humanas.
Los problemas mundiales son creación de la humanidad, y a la humanidad le corresponde solucionarlos. Pero la esencia de la vida espiritual reside en saber que no estamos solos. Las energías de la divinidad son abundantemente accesibles y, en el Día Mundial de Invocación, surge el llamado para la liberación de esas energías que capacitarán a la humanidad para crear la nueva civilización.
La reaparición del Instructor Mundial es hoy esperada por millones de personas quienes, perteneciendo a diferentes credos, esperan al Avatar bajo nombres tales como el Cristo, el Señor Maitreya, Kalki Avatar, Mesías, Imam Mahdi y el Bodisatva. El empleo de la Gran Invocación es una de las herramientas más poderosas en la preparación de la conciencia humana para la reaparición de este Instructor Mundial. El empleo de la Gran Invocación constituye un servicio mundial, ya que responde directamente a la necesidad planetaria actual.
Necesitamos luz para iluminar el camino que se extiende por delante, y revelar la visión de una nueva civilización; necesitamos amor para gobernar las relaciones entre la gente y poner fin al reino del odio y el separatismo; necesitamos el poder de la voluntad al bien para que ésta dirija las elecciones y la toma de decisiones humanas. El empleo universal de la Gran Invocación en el Día Mundial de Invocación reúne en sí una profunda significación espiritual, ya que construye un canal a través del cual la luz, el amor y el poder pueden alcanzar e irradiar los corazones y las mentes de las personas de todo el globo. La mayoría de los festivales de las principales religiones del mundo se celebran en consonancia con el calendario lunar.
La fecha del Día Mundial de Invocación se determina de la misma manera. Se observa dos meses después del Festival Cristiano de Pascua y un mes después del festival Budista de Wesak. Cada año desde 1952, personas de todo el mundo han celebrado el Día Mundial de Invocación, uniéndose en la reafirmación de la unidad humana, la vitalidad espiritual de nuestra relación con Dios y la responsabilidad de los hombres en la implementación del Plan divino sobre la Tierra.
El Instructor Mundial que viene no mirara los resultados producidos por los errores y lo inadecuado del pasado, pero si los requisitos que permitirán crear un nuevo mundo basado en los valores espirituales y sobre una estructura social reorganizada. ¿Quiere usted unirse a la celebración del Día Mundial de Invocación, mediante el empleo unificado de la Gran Invocación, y contribuir difundiendo lo más ampliamente posible la existencia de este día?
LA GRAN INVOCACIÓN *
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios
Que afluya luz a las mentes humanas
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios
Que afluya amor a los corazones humanos
Que Aquél que Viene retorne a la Tierra.
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida
Que el propósito guíe a todas las pequeñas voluntades humanas
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la raza humana
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.
Gracias a Alicia Bailey por este aporte a la Humanidad!!
Fuente: www.gidgi-argentina.org y www.lucis.org